Perdóname.
En lluvia mísera de mi inspiración,
se fortalece el óbice del dilema,
que oculta las lágrimas del corazón
lacerado toca la causa del anatema.
Mientras que la tierra sombría se moja
camino acuitado pensando de mi afrenta,
el sol oculto en nubes parece que se mofa
aglomerando el ímpetu de verte que me tienta.
L
del baldío originado en tu ausencia,
grito un perdón abrazado en nieblas lisas
ojalá que lo escuches en sigilo de mi esencia.
Me arropa el frio magnánimo que juzga
a este sentimiento luctuoso pero valiente,
que mágicamente se halló en tan bella musa,
precipitando ahora la tormenta doliente.
¿Sera el óbito de lo perenne en esta lluvia?
recordando el leonino pedante de lo acaecido,
tabico mis ojos y veo los tuyos en esta vía...
diciendo: "te amo y luchare", es lo que decido.
Perdoname por mi rebeldía ridícula a la realidad
y por no querer obsequiar nuestro amor al destino,
terco soy, no culpes sanguinariamente a mi lealtad,
ni me apartes de tu lado, que quiero estar contigo...
Mi Reyna, sé que me perdonarás
cuando estemos juntos en lo divino,
que lo inefable se presentará,
omitiendo tu y yo, lo sufrido.
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