NUESTRA CANDENTE SEXUALIDAD

Todo comenzó, cuando bese
Sus labios en plena luz
De la noche y deje su
Espíritu en un precipicio
Su cuello dejaba ver
Sus joyas brillar a la vez
Que la dejaba en agonía
Su mirada era mi deseo
Eterno, donde la pasión desbordaba
Cada centímetro de su

Sensual y curvilíneo cuerpo
Pude apreciar sus pechos
Tersos y redondos que
Llamaban al deseo, sin contratiempos
Me perdí entre su amor y pasión
El tiempo se detuvo entre nosotros
Y solo fuimos solo uno por un momento.
El roce de nuestros cuerpos, era como una
Explosión que mutilaba y desgarraba nuestro ser
En una ecuación perfecta de pasión
Que emanaban de estos cuerpos lujuriosos
Adicto al deseo carnal que éramos sometidos
Sin ninguna tipo de pausa que hiciera relajar
Esta candente y fogosa sensualidad.