Madrugadas.

Madrugadas.

“ Madrugadas, noches enteras con dolores insoportables, incluso no soportaba la forma en la cual me acostaba o respiraba, me fastidiaba sentir el calor de las cobijas que a diario usaba, y otra vez.. maldita mosca zumbando en toda mi habitación, la observaba horas y horas. Pensé cuan desgraciada era mi vida en las madrugadas estaba vacío, como todas las botellas de cervezas que había bebido días anteriores, mis palabras no salían y simplemente me sentía enfermo, todo el mundo, durmiendo, disfrutando de sus cálidas vidas, y los cuerpos de sus parejas acompañándolos, yo estaba solo, con esa puta mosca zumbando en toda mi habitación.

Me levantaba e iba a mear, me miraba al espejo y sentí como la depresión se veía en mis facciones, cansado y marchitado, odiado y anhelado, y se me venía a la cabeza, todas esos recuerdos dolorosos de la vida injusta, sonreí por un momento y me di cuenta cuan estúpida fue mi acción de seguir con esta vida mierda. Tres de la mañana, fui a la cocina, tenia sed, esa sed que te seca la garganta, te seca la vida y tus anhelos, angustias no faltaban, solo quería tomar algo. Serví, serví un gran vaso con agua y me acorde de las aspirinas, malditas aspirinas, me calmaban el dolor, pero no me gusta, a menudo nunca le guste a la gente, por eso me encantaba estar solo y olvidado, pero las aspirinas funcionaban perfectamente, nunca fui al medico por mis dolores, igual ¿quién los necesita?, bebí todo el vaso con agua y trague esas malditas aspirinas, el suicidio me quedaba corto, pues la luz de la luna en la madrugada alumbraba algo de mi. El silencio era mi sonido favorito, en las madrugadas no se veía hipocresía, y todo esa gente absurda caminando de lo mas hermoso, no escuchaba mentiras, criticas y gente aullando, era majestuoso, podía estar tranquilo, mi miseria y yo, como siempre.

Sentía cuando iba amanecer, era una frustración para mi, ya casi era hora de la sociedad, maldita sociedad, ya sentía frío y el cansancio tomaba posesión de mi, golpee mi cabeza de nuevo, y apague las luces, llegaba la hora de dormir, dormir hasta tarde y esconderme del día, para esperar otra madrugada en mis fallidas acciones.“

W, Andres..