LA POESÍA SE ENAMORÓ DE MÍ- para el día de la poesía
La señora poesía, es una dama muy porfiada,
me sigue las pisadas,
¡La veo por todas partes!
Está tan obsesionada conmigo,
que creo que no es señora,
s
que vigila mis pasos
y me enamora con sus artes.
¡A cada instante, a cada instante!
Con su perfume fragante.
Cuando duermo y me levanto,
cuando paseo por la calle,
veo su atractivo talle.
Ayer me lanzaba
sus plumas y flores desde su ventana
y las recogí complacida
y le escribí los mejores versos inspirados.
El domingo, cuando veía la televisión
completamente desconectada de sus trenzas,
oí su voz fina llamándome: Edith escribe, escribe...
y un poco soñolienta y desganada
me obligó a internarme en mi desván.
Y cuando paseaba por el parque
muy relajada,
me invitaba a jugar vóley
con sus pelotas de versos, endecasílabos.
Y cuando vi al hombre de mis sueños,
se puso loca dictándome versos a granel;
estar enamorada para ella, es panal de rica miel.
¡Ay, que porfiada esta amiga,
este varón,
o este niño!,
¡No me deja tranquila
ni cuando cocino!,
pues entre mis ollas y servicios también
me saca la lengua muy coqueta,
y ya está tejiendo en mi mente
un nuevo verso niño.
Pero yo la amo así de porfiada
y traviesa,
pues sus bellos vestidos
enamoran
a todo aquel que dice llamarse poeta.
Diosa poesía,
no sé si tú te enamoraste primero de mí,
o, yo, de ti:
solo sé, que ya no puedo vivir sin ti.
¡Poesía amada mía!
Consuelo de mis noches frías,
compañera
de mis grandes alegrías.
Edith Elvira Colqui Rojas- Perú-Derechos reservados-copyright ©
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