No llegaré tarde

Iré a verte a las dos de la noche.
Cuando nuestros corazones se desnudan y se hacen más sinceros.
Cuando las lágrimas se vuelven más difíciles de retener.
Cuando cuesta no decir lo que se siente.
Cuando cada palabra bonita es un sueño.
Cuando cada sonrisa es un lindo recuerdo.
Iré a verte y espero que me recuerdes.
Y te prometo que esta vez no llegaré tarde.
Te traeré aquellas flores que solían ser tus preferidas.
Y de nuevo te volverás el sol de mi vida.

Serás el aire que respiro.
Y te juro que yo aún no te olvido.
Viajaré a través de los vientos.
Nadaré en contra de la corriente.
Sonriendo, pensando en ti.
Y sabré que me estás esperando.
Que siempre me esperaste.
Y mis ojos se inundarán de tristeza, al ver tu hermoso rostro de niña.
Tu hermoso rostro que nunca llegó a ser grande.
Porque llegué tarde.
Si, si recuerdo esa noche.
En la que tanto me necesitaste.
En la que a gritos me llamaste.
En la que juiciosa me esperaste.
Y nunca me encontraste.
Pero Mary, eso ya no importa.
Porque sé que tu corazón puro me ha perdonado.
Y con el tiempo, con mis horas de insomnio dedicadas a mis recuerdos de ti, con mis minutos eternos sentada en un sillón y hablando con lágrimas en los ojos junto a la Sra. Cooper, con mis segundos de culpabilidad insoportable, aprendí también a perdonarme.
Y si, llegué tarde.
Y aún me cuesta asimilar que me esperaste.
Junto a aquella casa llena de árboles, de los cuales colgaban tres columpios.
Junto a aquella casa que estaba siendo destruida.
En aquel pueblo que estaba siendo masacrado.
Con aquella sonrisa ingenua, de esperanza, de fe.
De confianza en mí, en que no, nunca habría llegado tarde.
Pero te juro que pronto iré a verte.
Atravesaré cielos y mares.
Y veré cómo detrás mio las pequeñas luces se van apagando.
Cómo los dolores se van esfumando.
Y tú me darás el valor para no tener miedo.
Escucharé a tu voz de niña cantando.
Oiré tu risa siempre presente en mi corazón.
Y te haré saber que ya casi llego, sin miedo, y que tú eres la razón.
Te haré saber que te quiero.
Y te prometo que no te soltaré, que aunque te moleste mil veces tus mejillas, tu carita besaré.
Te juro que aunque sé que me dirás "mami, me da vergüenza", yo te diré que no me importa, que te amo, que lo siento y que siempre llegaré a tiempo.
Iré a verte cuando las aves todavía no empiezan a cantar.
Cuando el sol no ha cesado de soñar.
Y el cielo todavía no ha parado de llorar.
Iré a verte, y para mí el día será como la noche.
Y a tu tumba juro que traeré margaritas.
Y cantaré la canción "estrellita".
Y no tendrás por qué dudar, ni tampoco por qué temer, ya que yo que me enamoré de tus alas nunca querré cortártelas.
Y cuando me llames iré volando, corriendo, y ya nunca llegaré tarde.
Iré a verte y no me callaré ante nadie.
Les diré a todos que pronto iré a visitarte.
Porque no, Mary, ya nadie tiene miedo de expresarse.
Porque esas Voces que hablaban tan alto cuando te fuiste, callando a otras voces más pequeñas, ya no existen.
Porque ahora ya no volverán a quedar niños solos por culpa de Voces que se creen más grandes, ni por padres que llegaron tarde.
Solo espérame Mary, el mundo sin ti ha sido tan gris...
Cada día despierto y siento que falta algo en mí...
Pero todo ha mejorado, mi corazón ya no está enfermo de dolor y ya no teme salir a volar por el cielo.
Así que Mary, ya que he cumplido todos mis sueños, ahora que ya no es un "me habría gustado hacerlo" sino un "lo hice", me siento lista para ir contigo.
Llegaré tempranito.
A la hora perfecta para hacerte esos corazones con frutas como tanto te gustaba.
La hora perfecta para ponerte tu maletita en la espalda, y prepararte para ir a la escuela.
Y te esperaré en la puerta de nuestra casita azul, te veré llegar junto con tus amigas riendo y no, ya no llegaré tarde.
Te acostaré en una cama de nubes que acunan las aves, te daré las buenas noches y cantaré si me pides que cante.
Y por siempre te amaré y me quedaré contigo.
Por siempre seremos tú y yo mi Mary, juntas, unidas contra aquellas Voces que creen ser más grandes.
Y no, Mary, te prometo que nunca volveré a llegar tarde.