MANOS DE NIÑO

Manos ágiles, brisa en primavera;
recorren ingeniosas el teclado
con fuerza persistente, ¡Genial hado!
cada nota disfruta con su espera.

Es virtuoso, gentil; manos de niño
que abrazan con amor el pentagrama,
la atracción por el piano lo reclama
deslizando sus dedos con cariño.

Y

se mezcla el artista y lo divino;
el alma se confunde con un grito,
se matiza de música el camino.

Es Apolo en su trono; Dios bendito
del Arte y de la Música; en el sino
del niño talentoso marca un hito.