Yo arrastro en mis venas la tristeza
Arrastro yo en mis venas la tristeza
del sauce que perdiendo va sus hojas,
el sueño que, imposible, te despojas,
del otoño una tarde que bosteza;
el mismo que produce la añoranza
al ver morir el día en la campiña,
las hojas que se caen de la viña,
como aquello se quiere y no se alcanza,
d
al igual que la llama de una vela
va extinguiendo al final de una candela
y no queda pavesa ni ceniza,
la niña que sospecha, enamorada,
que su galán ya se ha ido y no aparece,
aquello que nunca es lo que parece
y nos frustra y nos deja el alma helada,
y notas que a ti el tiempo se te pasa
y descubres de pronto que se ha ido,
preguntas y preguntas cómo ha sido
y no encuentras razón o ésta es escasa.
Tristeza me causa a mí ahora mismo
saber que escribo y no saber quien soy
de dónde vengo, qué hago, a dónde voy,
dudando hasta del mismo catecismo.
©donaciano bueno
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