Una Visita

Nada siento en mi mente, vacía de un amor paternal, desierta por el abandono,
es una atardecer lleno de calor
coches van y vienen con sus luces, como el destello de una luciérnaga en una oscura noche
recién ayer a mi padre había visitado, anciano y ajado estaba.

En Pichilemu su residencia está, Pichilemu tierra de grandes surfistas
tristes rocas sufren con el furioso azote de las grandes olas
un océano colmado de negros trajes, como el cielo con sus estrellas,
que desesperados por una oleada estaban

S

u dolor siempre me contagio
su presencia anulada por su ausencia fue
¿cómo habrá sido?, ¿qué habrá pensado?, ¿qué habrá sentido?
solo el lo sabe, solo dios perdona

Todo es triste para mi, nuevamente mi pasado tengo que enfrentar
pocos recuerdos se asoman en mi mente, poco se de el
en conmoción entre al llegar a esa ciudad
nos reunimos en un modesto lugar de comida

Del pasado comenzamos a dialogar, su padre, su madre...
el relato avanzaba lentamente como la arena en una mano cae
de hechos y lugares importantes narra, no recuerdo, ni reconozco
al verlo y escucharlo reflejado en el me siento

Ya en la playa, sentados ambos mirando el bravo mar con el sol castigandolo
siguió nuestro encuentro, en conversación se convirtió
preguntaba el, preguntaba yo, respondía el, respondía yo...
el destino quiso mostrarnos lo similares que éramos

Padre e hijo separados por el tiempo sentados como si siempre juntos hubiesen estado
mi padre simple en su pensar y sin mayor remordimiento de su pasado
yo con mis heridas abiertas y en frente mío el sol esforzándose por cicatrizarlas
al final de la tarde no solo dios pudo perdonar, mi pasado y mi destino también

Al anochecer camino a Santiago por rudos e imperfectos caminos
reflexionando me encontré...no éramos tan parecidos como al comienzo pensé
por mis hijas el amor que siento incomparable es,
en el ocaso de su existencia, el una persona simple en valores, yo aún complejo

Impresionado me vi al apreciar que recuerdos de sus hijos tenía
imágenes, objetos, fotografías con especial cuidado estaban
¿por qué conservarlos con tanto esmero? ¿sería posible su arrepentimiento?
feliz me sentí por haber compartido esa simple y solitaria tarde con mi desconocido y ausente padre
Q.E.P.D.
En mi dolor
Por siempre te quiero.