Sorianita
SORIANITA
Cuando te amé todo era una sucesión de inocencias, de agua de lluvia acompañándonos de noche y de día.
Cuando te hablé de otros mundos tu veías el nuestro como una delicada estalagmita efímera y hermosa,
que iba rasgando nuestros corazones con la fuerza tierna de un ciclón.
Y es que yo en tus ojos veía mis ojos opacos llorar, como lloran las nubes cuando se las lleva la oquedad,
y es que yo en tus manos veía mis manos perderse, con la fuerza suave de una avalancha cálida y sinuosa,
que iba ahogándonos juntos en una danza lenta y rota.
C
callada y pensativa, como si todo lo nuestro estuviera mal,
como si el adentrarnos mar a dentro fuera un error de estrella fugaz.
Y es que yo en tus brazos encontré el naufragio y la isla de oro,
el huracán y la marea tersa del retoño,
que todo lo acepta por ti.
Y cuando ya estuviste a punto de recalar en mis ojos,
tus labios volaron lejos, sobre mis cielos cortos de alhelí,
dejando rastros de sombra y de sangre en mis planicies vi tu Edén carmesí.
Cuando te amé dejé este mundo y tu dejaste el mío lleno de ti.
ROGERVAN RUBATTINO ©
http://www.rogervanrubattino.com
Conoce más del autor de "Sorianita"