REQUIEM PARA UNA RELACIÓN QUE TERMINA
Parece cuestión de darse valor uno mismo.
Ser por primera y quizás única vez valiente para asomarse al abismo, sonreirle con la cara infantilmente perpleja y decir lohicediosmiounpobrediablocomoyosicasinopuedocreerlolohice...
Pero no.
Uno va a la cabeza de los sueños fantaseando mentiras sobre todo lo que se quisiera ser contra café y reloj, contra lo real y los no-me-da-la-gana dolorosamente palpables...
Qué tristeza se dice uno qué vacío si ahora me doy cuenta de lo cobarde que soy chisto con lentitud haciéndole vulgaridades a la vida pero no la tomo por las bolas para reventarla y ella se ríe arrancando siempre ese papagayo que alguna vez mantuvo feliz y risueño esperando que por obra de algún milagro uno pudiera alcanzarlo y ver las cosas desde esa altura exquisita diciéndose lohicediosmiounpobrediablocomoyosicasinopuedocreerlohicetceteraetceteraetcetera...
A
Cuán lejos está el horizonte...
A cuántos millones de años luz...
en pos de los ojitos brillantes y los zapatitos a la moda y el cabello a la permanente y justo a la medida de su gusto...
cuanlejosehacediosmio...
Conoce más del autor de "REQUIEM PARA UNA RELACIÓN QUE TERMINA"