RENACER (desde la desesperanza)

“A veces ocurre que se da un milagro, que emerge un tesoro del fondo del barro; cuando nadie espera surge la esperanza, y a un ciego, de pronto, la vista le alcanza”.

RENACER
Tú, que naciste para ser libre y volar.
Para compartir amor.
Para soñar…
Fuiste pasto de las llamas de otros fuegos.
De codicias insaciables e inclementes.
Presa fácil de demonios despiadados
que abrasaron tu esperanza.

Que tomaron el espacio de tu luz.
Que te hicieron parecer irrelevante.
Siendo grande.
¡Siendo grande!

Deberás enfrentarte a esos fantasmas.
Emerger del abismo al que te penan.
Como aquellos que se hicieron inmortales.
Olvidados que rompieron las cadenas.

Deberás renacer de tus cenizas.
Ser buen fruto, aun en campo desolado.
Que si mueres, sea una bala,
y no tu miedo o tu renuncia quien te mate.
Porque nunca es tarde,
mientras sople el viento y corra savia por tus venas.
Mientras navegue tu barco por el océano.
Destartalado y sin remos.
A merced de tormentas y ciclones.
Pero ansioso por tornar de su deriva.
De arribar una noche a grato puerto.
Porque un segundo basta para henchir de aire los pulmones,
y voltearlo todo en un instante.

Sed la brisa, no el tifón.
Sed camino, no un rincón.
Sed vosotras, y vosotros, aun con dolor.
Porque allí se crece tanto o más que en la fortuna.

Fuera dudas y temores.
Ataduras y candados que os condenan a morir a las puertas de la lumbre,
que es la vida.
La vida, que es suplicio si se teme,
y delirio si se ama,
aun maltrecha y malherida.

Dedicado a todas aquellas personas que a través de su poesía nos muestran su falta de esperanza. Sé que no es fácil ayudar a revertir esos sentimientos únicamente a través de la palabra, sobre todo cuando concurren circunstancias demasiado adversas. Ojalá existiera un conjuro para poder hacerlo. Nadie debería sentirse de ese modo. El valor que tenemos cada uno, solo por ser quienes somos, debiera servirnos al menos como soporte para no romper ciertos niveles de abatimiento. Pero sepan todas estas personas que su aflicción ha cabalgado sobre los mares a lomo de sus poemas, y han dejado su poso en la conciencia de muchos de los que compartimos esta página. Espero que al menos esta certeza les sirva para no sentirse tan desamparadas en su desaliento. Sientan nuestro abrazo y nuestro ánimo.