Ocaso en la choza del acantilado.


Fuente Literaria/ poesías eróticas
Con caricias a tus labios, te he amado, que tú te atreves a moldear
No logro separarme de tus mentiras, como a ti cada noche.
Me has engañado con tus apresuramientos, donde resplandece
Los polos de tu cuerpo en términos y medidas.
Después, vino la tormenta, porque bese tus manos y fortalece tu pecho
Que guarnece en la choza, junto al acantilado.
Humilde, vine a tu presencia, viéndome en el tiempo y la alegría, confiando
Pero, fuiste mentiras y engaños. No eres real, ante las cartas mal cantadas.
Tu bien o mal, depende de tus labios, con tus racimos destilados y preñados en madrugadas
En esas campanadas y los murallones del acantilado.
Flor sencilla, fue exprimida el néctar entre los tejidos, permanencia invisible de fluidos por tú gola
Canta, arcadas de citrinas pasionarias
Nunca, nos atrapará el frío, en nuestro cálido nido, entre peñones y polos que acarician
Las olas, cual caracola
Emiro Vera Suárez/ 22/02/ 2020. Valencia. Venezuela

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