nuestra cama

Nuestra cama

Bajo mil y un sabanas de seda y miel,
Recubre nuestros cuerpos tímidamente
La oscura penumbre que trae la noche.

Son dos los ríos que cruzan sus corrientes,
Convergiendo en un único océano
De agua dulce y cristalina, pura, calma.

E

s el nido tibio que por las noches
Atrae a tu cuerpo y el mío,
Como el magnetismo de la tierra.
Pues yo soy tierra y tú eres luna;

Mis enormes manos recubren tu piel,
Tu luz, reflectante de una luz ancestral,
Ilumina mi camino en el frío del ocaso.
Mi piel, mis ojos, mis pies se nutren por ti.

Y es que sin mí tu volarías, por las camas
Del universo que piden a gritos el calor
De un cuerpo estelar.

Es el perfume de nuestros cuerpos
El que en la alquimia de nuestras almas
Logra el delicado aroma, que guardan
Nuestras tibias sábanas blancas.

Cierra los ojos, Inhala lentamente,
Siente en tu memoria. ¿lo percibes?
Es en nuestra cama donde guardaremos
El amor eterno, tímido, de nuestros cuerpos.