MALDIJE
Suspendí mi alma en el cielo
aletargando los pasos del silencio
y como un ave lejana volví
a separar los bloques del deseo.
Para pintar las flores que heredé
d
y traté en vano de buscar los adobes
del amor que juraste, sería eterno.
Maldije el huerto que regué
con lágrimas de sangre de infierno
y pulí con dolores del ayer
los cimientos del maldito firmamento.
Intenté combinar con tu adiós
las sonrisas que dejaste en mi desierto
para luego dejar de parir
atardeceres que olían a entierro.
No dejes el pañuelo en mi portal
que mi llanto ya no hiere mis secretos
vete con tu hombría de fatal
a rondar otros suelos de cemento.
Ya mi voz se apaga en el callar
tantos gritos de quejosos lamentos
y tu burla muere una vez más
ya no hieren los que reinan con los muertos.
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