La alcachofa
Yo trabajé en el campo, orgulloso me siento de ello. Pisar la tierra, la azada al aire y las manos temblando; no sabía nada más que debía de ser rudo con la piedra y blando.
Los guantes de cuero tirando de la alcachofa y muchas veces sangrando... mientras tanto seguía con mis manos trabajando.
Se que es trabajar de sol a sol, y en penumbra entre tanto... nublando, lloviendo o con sol el trabajo en el campo, nunca se termina. Más en lanzar ramas de campo a campo, otra vez y por lo tanto, mis manos acabaron sangrando.
Quitar una rama desordenada, pisando con cautela, ágil como una gacela y terminé con el punzón clavado. El pie dolorido y la cuerda en las manos, ya no temí por el pie, más acabar el trabajo deseaba.. se terminó el agua, ni media hora quería pasar, el solo abrasaba mi cara; pero el trabajo debía terminar.
Y así pasó un mes, y cuando se acabó el trabajo, daría todo por volver, y pedir a Dios que me deje pisar la tierra mientras nadie la trabaje como yo... mientras viva en ella seguiré pisando.
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