EN NEGRO

EN NEGRO

Esperé en un rincón,
la magia prometida,
pero sólo llegó un borracho,
tropezando con la guerra de su mal vino,
perdiendo soldados en todas las batallas,
restregándole a un perro su realidad,
mucho más angustiosa que sacudirse,
unas incómodas pulgas del lomo.

Esperé sin eso que llaman esperanza,
escuchando discursos ininteligibles,
diatribas para quienes no precisaban,
de otra cosa que del pan nuestro,
que se lo han llevado como si fuera suyo.
Esperé a los zapatos de mi talla,
descalza sobre los vidrios de mis ideales,
añicos imposibles de pegar,
rompecabezas falto de piezas,
músicos sin partituras,
caminos sin caminantes.
Levanté polvo al marchar,
pero se volvió a posar en el suelo,
sin importarle el gesto amargo de mi boca.
Arena de tantos desasosiegos,
color marrón marcando pasos,
imperceptibles mañanas.
Esperé sin dejar de caminar,
cansada de reclamar la justicia al injusto,
ahíta de razones,
reclamando las llaves para abrir puertas,
orear las habitaciones y volver a mirar,
el nido de aquellas golondrinas,
que me enseñó mi madre, cantando al poeta.
Esperé hasta el hastío,
contando arenas, sin libro mayor
sin contabilidad, en negro.

mabel escribano
d.r.
imagen: Eric Kellerman