En el Autumnal

Son días de recuerdo embalsamado,
al húmedo rumor de una plaza noctámbula;
entre el cariño absorto a sus palomas
y el suave declinar de horas gastadas.

El pez en el estanque, solo, es ajeno
en su amable paseo de mazmorra
al caer de las hojas y las tardes,
al lamer de la ventisca bronca

p

apeles que acaso fueron cartas
aún fragantes de perfumes, olorosas.
Cabellos arrancados en la pena
que ahogara algún poeta en prosa.

No tardaré en descansar mi aliento
juvenil, en aquel banco de Troya,
con algún bolsillo empapado
de letras y apuntes, de fechas borrosas.

Y así replantearé mi existencia
-otra vez, compañero, no es broma-,
siguiendo el mensaje del humo
que dicte el cigarro en mi boca.

No he de hallar oráculo más ducho,
ni Tiresias, en una sombra vana,
que sueñe y medite conmigo
como esa tristona, sublime plaza.

Son días que el Tiempo traer desconoce,
"serán -me dice- de algún viejo fantasma,
brillantes los ojos en su calavera,
errante y confuso, paciente, y anda..."