El polluelo.
"Ser como un polluelo recién
roto el cascarón,
ante el conocimiento
ya es algo".
" Pretender salir de el
imposible, echar a volar,
no sin el cascarón".
Recordando aquella clase
allá por el año setenta y dos.
En la que un profesor
típico de aquella época,
sin recordar si este
era cura o no.
Comentó que el paraíso
se encontraba en el cielo,
al que iban los muertos
que habían sido buenos.
El polluelo con el tiempo y por si
solo descubrió, que el paraíso
se encontraba en
todas las partes,
y solo había que saber
estar en el:
" Si quieres hacer algo
diferente, hazlo sol@ y escoge
un buen lugar, guarda silencio
y ponte a escuchar".
El polluelo, que en la actualidad
anda priorizando las semillas
de su propio pensamiento,
para más claridad.
Pasa la mayor
parte de su tiempo
en soledad, y ausencia de lo que
para él es tóxico,
superficial alterado.
Dedicado a la reflexión,
meditación y el silencio,
y hace tiempo ya que dejó
de ser "el que ahora
soy, por el que quiere
aprender".
Y ante la inmensidad
del conocimiento,por ser
sus escalones cada vez
más altos, y difíciles
de alcanzar.
Se pasa todos
los día leyendo el libro
de la vida, por ser esta la
que más le enseña, y también
la que más le da.
Siendo su fiel lector,
admirador y
aprendiz, de todas sus
páginas y letras.
Y sabiéndose parte de un todo
universal, que va más allá
de cualquier explicación,
por ser claro y evidente,
y también atemporal.
Él solo es un polluelo
recién roto el cascarón,
que siempre quiere más.
Y esto no es ninguna metáfora,
sino que en la práctica
más que real.
Por lo que un día sí
y otro también,
en el paraíso del aquí
y el ahora.
En este planeta,
tiempo, espacio y lugar
del universo.
El polluelo anda
priorizando las semillas
de su propio pensamiento,
para más claridad:
" El pensamiento humano
es como un generador de semillas,
cuantas más limpias y claras
lo sean estás,
mejor es el fruto,
y también la cosecha".
Conoce más del autor de "El polluelo."