Efímera noche
Saboreo la enjundia perniciosa que en este momento me está dando el sentido de vivir. Cae lentamente por mi garganta, ardiente y rojo elixir. Acaecido el ayer, a quién le importa el mañana, solo es un conglomerado de sueños que pueden nunca llegar. Desconozco sin duda lo que habrá más allá de esta noche, más allá de esta realidad en la que me hallo suspendida.
Detrás de mí, una bestia feroz acostumbra a morderme, delante otra pretende comerme. Pero esta noche todo cesa, los gritos han sido acallados y el abismo ha sido tapiado.
Sentada en un extraño banco, viva en una fría acera; ¿acaso, duela lo que duela, la efimeridad puede ser más sincera? Y sin embargo una parte de mí niega la evidencia; soy humana y torpe, soy contradictoria y egoísta.
Saboreo las fuertes risas que iluminan mis ojos, quién sabe lo que quedará de esta retorcida sombra.
Aurora Palma Nieto
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