Efímera

Efímera *
Rotundamente y hermosas amapolas,
con el retorno a estar entre tus olas;
envuelto de caricias simplemente finas
y a tus uñas de profunda herida. !Amada mía!
¿Cuando la noche en tu brisa de cuerpo sudado,
de estar dormida y tenerte a mi lado;
después de hacerte el amor?

Definida seda de mis alegrías.

Amada de esta nota fría,
le falto la claridad de los destellos de la aurora,
con el hospedero que te quiere a todas horas.

Ahora estoy nuevamente de ala partida, con tu huida;
nuevamente te fugas con mi vida.
¡oh! amada ¡oh! Herida.
Tu llegada. Tu pronta salida.

Dulces en mi boca perduran tus labios
y la nota amarga con agravios...
La lengua de palabra en prosa,
de maldiciones sin decir lo que le acosa. (tu ausencia)

Cierto es que estoy nuevamente a solas,
en ese languidecer de amarte tan sólo una hora,
donde no me rinden los tributos;
cuando quiero devorarte como al molusco de una ostra
¿Por qué no te quedaste ahora?

Si te dijera que sin ti, las luces de mi día
tienen esa nota triste de una noche fría,
de luz de media luna y de bruma fina.
Pues entonces te diría:
me dejaste en la hora de la melancolía.
Con las palabras del poeta en ambivalencia,
entre el sentimiento y la existencia;
entre el amor o lo que parece amor,
te respiro vida, pero se siente dolor.

José Antonio Ríos Ramirez