Deslumbrados

Bajo la pileta aun tendida
en la humedad y en el regazo
ese beso, aquel abrazo
de la noche prohibida
ambos fuimos temerosos
sin escape sin salida
abrochados en un beso
murmuramos el regreso
y en la asfixie que suspira
van fundidas nuestras ansias

en dos cuerpos que transpiran
los deseos confluyendo
de una noche sin recesos

Fueron horas, deseos intensos
mil caricias muchos besos
no sentimos nuestros pesos
temerosos si y... propensos
a lanzarnos por la borda,
apuntando el retroceso
pero ciegos de deseos
en el momento que se asoma
una ventana de progreso,
una luz sobre la loma
imposible de fallarle, ambos dos
y nuestras almas
en fluidos de aguas calmas
entregados en alborozo,
todo en serio nada en broma
devoramos amor y sexo

Augusto Plasencia