Cuando me vaya

Cuando me vaya no habrá nada.
No habrá noches que iluminen
encinas rachizadas,
llamas que imaginó, metálica,
la marra en la cuña,
ni coriácea forma
al vendaval de sementera.
No habrá viento
que marque al surco su sendero
y haga estremecer al tomillo,

no habrá cielo reciente cada noche,
ni noches equinas de salobre lomo,
de herradura nueva sobre los caminos.
No habrá galgos barcinos
que se arrebujen en enero,
lamiéndose los suelos lastimados,
ni un libro abierto
sobre el que caerá la lluvia,
ni árboles que tiemblen al filo del destral,
tan húmedos como la propia lluvia.

("Poemas interiores")