SOL DE LA TARDE
El descenso...
El sonido monocorde del silencio
Tenso silencio, imagen fugaz
La calma antes de la tormenta
La memoria hecha una página muerta
La conciencia que no se desconecta jamás
En una tarde soleada,
En los sonidos de otro tiempo
En un viejo tono carmesí
Los buenos deseos y los planes
Las sonrisas y los cantares
Colmaban de ilusión los desvelos
Resoplaban al vaivén del frenesí
La pasión de la juventud escrita en rojas letras
Entonces fluía fuerte con vehemente solicitud
Escribía el transcurrir en un oculto diario
Aventuras de leyendas, promesas de templario
Hazañas de guerra, proezas caballerescas y virtud
Era la sangre que alimentaba el ilustre mañana
Era el espíritu indómito que no conocía negación
Era la convicción de un ser predestinado a gobernar
Era aquel que ante la desdicha no conocía el prosternar
Era quien cuyo destino aún no le concedía desolación
Las azarosas cartas del arrojo de la vida
Las andanzas y trasegares, diluídos y disueltos
Las batallas enconadas contra lo empíreo y lo funesto
Las marcas de guerra, la experiencia del error
Entonces llegaron las lluvias y las tardes
El gris del sinsabor del luto y la Muerte
Hiciéronle comprender lo utópico y lo impuesto
La felicidad inalcanzable, la amargura del terror
El ascenso...
El inexorable paso del tiempo sentencio
Envejecer y perderlo todo en el negro decantar
Oscuro panteón de Verne 20000 leguas bajo el mar
Más allá de los sueños, resurge el inerte precio
Si redimir a la Muerte, soltando la memoria en libertad
Nuevamente en el Sol de la Tarde
Soleada como en aquel viejo imperio
El monocorde sonido otra vez, trae su recuerdo
Toda una existencia de pruebas y desdichas
Habrá valido la pena todas ellas, vivirlas ?
Este es el Sol falleciendo con la Tarde
Y la Tarde que viene con cada Noche
Preguntáronse las almas condenadas,
El vivir una y otra vez, y reexperimentar
Este karma, este trauma interminable.
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