Ya somos abuelos

Ya somos abuelos

¿Acaso nos volvimos viejos, ancianos, nonos y tatarabuelos?
¿A qué horas pasó el tiempo, si ayer éramos dulces y apetecidos caramelos?
¿A qué horas se fueron las vivencias y se secaron los transparentes riachuelos?
Ya ni me acuerdo si una vez fuimos carnada fresca para los anzuelos
Ya ni recuerdo, ni tengo memoria, si una vez trasnochaba o me arropaban los desvelos
Ya no distingo lo que como y mastico, si son empanadas o calientes buñuelos
Ya no sé si tengo zapatos o camino a pie descalzo por alfombras o por polvorientos suelos
Ya ni me acuerdo, ni veo, si la amante querida tiene mozo, tampoco me amargan los acalorados celos

¿Ya no me escurren lágrimas por las arrugas del rostro, entonces para qué servilletas y pañuelos?
El día que mueran los viejitos, ancianos y abuelos, ya no habrá misas, ni rezos, ni novenario y mucho menos vestidos negros, ni cabezas gachas, ni escalofriantes duelos.

Ya ni me acuerdo si lo que vivo y siento soy realidades, mentiras o verdades
Tampoco me importa si es de día o si ya me agarraron las penosas oscuridades
Tampoco siento si estoy preso entre barrotes o en las sombras de las oscuridades
Mi cuerpo se encorva y se joroba y se llenó el corazón de miedosas enfermedades
Mis amigos huyeron y me abandonaron en las tinieblas de las soledades
Nadie me visita y ya hasta me olvidaron por las limitaciones en mis capacidades
Se llevaron todo, riquezas, dineros y escondieron en silencio mis propiedades
A veces me pongo nervioso, pálido y ojeroso y me cubro de pánicos y ansiedades
Ya ni sé en que día nací, tampoco me importa el dia que moriré y partiré hacia las eternidades
Tampoco hay lujos, ni orgullos y se esfumaron los horribles egos con sus vanidades
Como nadie me determina, tampoco hay odios, rencores, ni maldades
Sólo espero el huracán y las lluvias para que arrastren mis vientos y mis tempestades
Se acabaron los muebles, la casa, las decoraciones y hasta el cuarto de san alejo con sus antigüedades
Tampoco me importa si hay guerras, misiles, tanquetas y las hediondas barbaridades con sus hostilidades
Sólo me resta esperar la hora en el silencio de las fatalidades
Agradecer a Dios Todopoderoso por darme la hermosa y la placentera vida y la venia a sus divinidades
La vida es un momento, es un instante y hay que vivirlo con amor y pasión en todas sus prosperidades
Llevar una vida llena de valores, de respeto y de formalidades
La vida es un jardín que siempre lo queremos mantener florecido, lleno de fragancias y aromas con sus pétalos, colores y vitalidades
Pero algún dia tememos que partir de este mundo y el alma a huir a otras latitudes y a otras eternidades
Se vivió y se gozó, se trabajó y se luchó de sol a sol con alma y corazón y con todas las espiritualidades.

"Joreman" Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 28-2024