VIX

2020 Sep 10
Poema Escrito por
Acero etereo

Desato los nudos de las mareas
rehago los bosques, las selvas,
empeño los crepúsculos, las lunas.
extraigo los últimos suspiros
y los dejo bailando sobre el papel
me exacerbo en las alturas,
grises, mudas, inexpresivas y vacuas
de los edificios.
me asfixio con el ruido blanco
que dejo detrás dios cuando lo matamos.

resguardo las palabras bajo rieles,
entre raíces, en las alas de las aves
en una vieja nave que compre cuando niño.
miro abrirse los caminos
que el tiempo parte en mil, todo esta por venir,
todo esta ahí esperando ser dicho y hecho.
guarda un beso por si no nos vemos.
me llevo en el bolsillo
el ritmo austero de las rocas afiladas
cinco céntimos, y un puñado de nada
lo llevo conmigo directo al jamas.

vinculo las ventanas y sus cortinas finas
con el viento primaveral que les susurra
y de la mano las pone a bailar.
labro la seca piel de las momias
le robo los augurios a Heráclito,
los llevo bajo las cascadas del siglo
y los suelto, para que las sociedades
se regocijen o se asqueen.
desuello mi credo y mi sistemático
mundo, ya digerido y masticado
me hundo bajo propio lago y me dejo estar.
ensayo mi predisposición a las emociones
y a cachetazos torpes la enfrento
a mi lógica de ser humano.
prendo las aguas del rió y dejo que me atraviese
que me marquen y me desnuden tanto dentro
como fuera, su caudal me deslumbra
y me visita desde entonces entre sueños,
entre prisas y pausas, entre estancias
y tormentas ligeras como caminata de ebrio.
me desprendo en siete
me despojo de telas y pieles, me arrojo
y reboto de poema a imagen, de imagen
a música, de música a pronto
de pronto se hace demasiado tarde
para ajustar la musa que impulsa al lejano agobio
de saberme aquí, solo.
escrutinio los votos del sol y la luna
los de Dionisio y afrodita
y diferencias no encuentro entre el vino
y la belleza,
entre la luz y la noche eterna.
plausible es la caricia de elegirme sobre los demás
o reprochable quizás, erigir la bondad
esgrimir la valentía exigir la piedad
extinguir el verbo que duda y titubea
exuberar el altruismo y el amor
extenuar la culpa y el horror
perdonar, callar y escuchar el canto
de los grillos bajo el manto, de una noche sin final.
me abstengo de bohemias intenciones
del zafiro y la perla, del oro, del bronce y el hielo
que en angostos yermos espera despertar.
escucho el llamado de la hoja en blanco
sobre un barnizado escritorio, donde no se escribe
mas bien se vive, y se vive a veces bien,
otras casi no se ve bien lo que se vive.
le pongo yugo al llanto de los arrecifes
y desembarranco en una condición estelar
con propuestas irreverentes sobre la creación,
la vida y la existencia, denoto falta de apego
por ser o no ser, a veces tienta mi suerte
ser todo al mismo tiempo en el mismo lugar.
cuanto narcisismo contiene el deseo intimo,
intimo y profundo de querer vivir mil vidas.

predico el léxico arcano de los mudos
mas no de los ciegos, todo lo contrario de echo,
hablo por los que callaron a la fuerza o por voluntad
los invisibles, los que dejo atrás la sociedad
quienes vieron mucho y dijeron poco.
salpico ácido y dulzura, cacofonía y melodía
mística métrica de los antiguos dias,
algo me he robado, pedazos de nubes
retazos de pesadillas, trazos de sacudidas
de los viejos gatos egipcios que
le ensañaron al mundo a ponerse de rodillas
y rezar, levantar templos, esculturas y libros
sobre significados inescrutables.
nunca se hablo de la geografía del gran cañón
ni de los hijos del maíz
ni siquiera por casualidad se nombro
a el mundo, su fauna y su flora,
no espero entonces un latente golpe
que me agriete la garganta y grite el nombre
sepulcro y entumecido con el que se me nombro.

2020 Sep 10

Acero etereo
Desde 2018 Abr 11

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