Un trozo de mi existencia...

2017 Nov 01
Poema Escrito por
Colibrí

Episodio de la vida real, escrito con sangre en un capítulo de mi existencia en el 11/07/2015

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Un trozo de mi existencia...

Atardecía lentamente y mientras el majestuoso sol descendía, así los dos ataúdes también lo hacían.
Miré al cielo y en gran desespero y desolación, pedí a Dios una señal mostrándome que ellas estaban bien.
Fue en ese instante que una bandada de pájaros volaron sobre la gran multitud, haciendo eco su tierna y dulce pero imponente canción, ¡Oh cómo olvidar tan sorprendente sonido!... Por instantes sentí la voz de Dios en medio de tantas y tantas alas volantes de aves que hacían ilustres piruetas en honor a las que partieron, SÍ, ¡ELLAS ESTAN BIEN!. Mi ensangrentado corazón sintió paz...
El sol se despidió y junto con él una flor fue lanzada sobre uno de los ataúdes, para ser más precisa sobre el pequeñito, que enterrado por último ha sido.

Sobrina, cruelmente estrangulada en su segundo año de vida y mi hermana mayor crudamente apuñalada con diecisiete golpes cobardes provenientes de un ser, alias el MONSTRUO;
se fueron juntas (tía y sobrina) al desnudo cielo azul, al paraíso eternal, y juntas fueron enterradas en aquel día de dolor inexplicable y corazones brutalmente dilacerados.
Saliendo del cementerio era hora de ir al hospital y ver a mi otra hermanita que yacía completamente sedada y llena de vendajes por todo su cuerpo, fueron una decena de puñaladas las que tenía distribuidas de cabeza a piés.
Ella ni siquiera imaginaba que su hermana mayor y su pequeña sobrina se habían ido para siempre, pensaba ingenuamente que estaban siendo atendidas en otro hospital.
Alguien tenía que darle la noticia, pero era difícil saber cuál sería el mejor momento...
Hablamos con psicólogos, doctores y enfermeras, teníamos que hacerlo en ese instante, y para ello, ella fue debidamente preparada, le dieron otro puñado de sedantes y habían muchas enfermeras en prontitud en caso de que algo pasará. El médico también estaba listo para cualquier situación inesperada.
La noticia sería dada por mí, en ese momento al parecer yo era la más fuerte y tenía bajo mi manga una sentida y melancólica prosa que había escrito para despedirme de ellas... La escribí entre sollozos y llanto silencioso, con gemidos interminables y ojos borrosos mientras volaba en aquel angustiante, desolador, voraz e interminable viaje de tres escalas y dos conexiones para llegar a tiempo a la inhumación...

Continuará...

Por: Priscila R. de Azevêdo
Imagen: Real

2017 Nov 01

Colibrí
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