Un Bar de chinos

Conozco un Bar regentado por chinos
a cuatro pasos de mi casa.
Allí, te puedes emborrachar,
hablar de fútbol,
despotricar de los políticos,
contar tus batallas perdidas,
(todos tenemos algunas)
y confesar tus pecados
a cualquier desconocido.
(Ego te absolvo)

Nadie va a juzgarte
por que te tomes
dos copas demás,
aunque eso sí,
no te recomiendo que vayas
los domingos
cuando hay partido, porque
podrías salir malherido,
aunque casi siempre
las cosas terminan en nada.
hallaras a lo más variopinto,
africanos y marroquis,
sudamericanos,
parados y currantes,
vendedores ambulantes,
alcohólicos,“perdedores”.
amas de casa, poetas,
todos conviviendo
bajo las luces de una cerveza.
El Bar nos salva del psiquiatra,
ahuyenta nuestros demonios
todo por un módico precio.