Tras una ventana

TRAS UNA VENTANA soy prisionero de lo que soy,
el ruido al paso del tren desentona al silencio
y las avecillas que posan en el jardín, asombradas,
ponen sus ojos firmes en mi parsimonia cruel.
TRAS UNA VENTANA veo mis sentimientos que vuelan.
La gente pasa ante mi mirada y nadie las ve volar.
Cómo vuelan alto, tan alto, alejándose
haciendo pequeño el ángulo de esa ventana.
El tren ha pasado y es el silencio que silva.
Que ruido tan estruendoso que me hace girar, girar...

asustando a alas avecillas que se van con su árbol entero,
dejando sus ojitos que giran y giran...
TRAS UNA VENTANA una mariposa lucha por ingresar;
en el lado opuesto hay una rosa eterna, artificial.
Qué paradoja, queriendo ingresar y mi alma queriendo huir.