Tienes

Pañuelos sobre la cabeza para que te sequen las ideas,
Con un desliz certero de la mano que difumine una idea vaga,
El silencio en tu mirada y la promesa de la calma.

El murmuro resonante que divide tu presencia,
Y los trazos perfectos de tus pies sobre el lienzo de la tierra.

Susurras en al aire con la música de tu cabello:
"Hoy soy el sueño de un inocente hombre solitario y sediento".

D

igo yo que son brillantes cristales los que enmarcan tu boca,
Un diamante sonoro que desate
De entre todas las posibilidades
La única que encuentra tus suspiros con los míos.

Y te configuro a mi merced,
Tienes estos ojos, tienes esta boca,
Es fácil pintarte, encumbrar la línea de tu espalda sobre un borde infinito de horizontes.

Tienes estás manos, tienes esta nota
naranja vainilla en tus mejillas.

Y digo yo que tienes atrapados,
En la trampa de seda que tienes por labios,
Algún puñado de aire que guarde mi nombre sin querer mencionarlo.

Y tienes este cuerpo, tienes este aroma,
Tienes este pañuelo que se anuda a la tempestad de tu ropa,

Con un desliz certero de mi mano que difumine una idea vaga,
Mientras tengo en la palma la última de tus pinceladas:

Tienes estos ojos, tienes esta boca,
Y tienes está nota
naranja vainilla en tus mejillas,

Y tienes este cuerpo, tienes está vida
Seda en lo labios, soplos de neblina,
Tinta en tus pies,
Pinceladas en la piel,

Pañuelos al vaivén,
Y a mi, a mi me tienes también.