Te has ido.
Hoy que desperté, sobre mi cama desecha
y vi tu lugar vacío y tu lampara apagada,
recordé el motivo de toda mi desgracia
y mi alma se estrujo, se sintió abandonada.
Me incorpore, ahogado en mi quebranto
y con mis ojos, cansados e hinchados
tomé tu retrato, lucías tan hermosa
mientras mis ojos marchitos callaban mil cosas
y sólo una lagrima logro murmurar:
Me enamore, ¡vaya desatino!
y hoy que te has ido me quede vació
con una prosa a tu sacra persona
que te escribí con todo el corazón.
¡Nadie advirtió que doliera tanto!
¡Nadie advirtió con perder la razón!
Lentamente me cubro con amargura vana,
ahogándome en mi inmenso dolor,
y en mi cama, húmeda del llanto
yacen mis versos marchitos
que van muriendo...como una flor.
Conoce más del autor de "Te has ido."