Sueño con becerros y otros animales
Abrí mis ojos en madrugada,
eran las cuatro menos diez
y yo ya estaba de pies,
cuando escuché las maulladas
de dos gatas bien chaladas,
queriendo salpicar a un gato
escamoteado en un retrato,
lo vi temblar de miedo
golpeandose el pecho como en el credo,
pero no pudo escapar del olfato.
L
afinando los sones
que fluyen de sus corazones,
improvisando sonetos
pues ya no pueden estar más quietos,
porque tienen que dar mucho amor
y a la vida quitarle el dolor
y toda la resequedad
de las almas en frialdad;
se que amanece por el albor.
Porque el reloj ya no lo veo,
ya no estoy en el cuarto,
he salido a asistir un parto,
Yo no me aterro
es muy lindo ver salir al becerro
después de cuatro horas
y al escuchar el crujir de las hojas
he tomado un descanso,
y de repente escucho como un llanto,
de otra cría, viene afloja.
Fue un parto gemelar,
que belleza de dos crias
llenas de mucha simpatía,
entre una buena fase lunar
hay estrellas en espiral
y contemplo la naturaleza,
ella me da mucha fortaleza
y a estas horas ya aunque sea noche,
olí una flor de sacuanjoche
y se esfumó toda maleza.
Marlon Argüello Vargas
01.05.19
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