Sonrisa al desastre

No todo es una mierda, vale la pena pisar este planeta,
su suelo palpita y se levanta bello con tantas maravillas,
algunas se mueven, otras no, la belleza de un fractal,
el arte natural, el que los otros han de crear, la realidad.

A pesar del pesar, el paradigma y su caníbal naturalidad,
la insistencia estúpida, finita, astuta de extraer y manipular,
el arte de encadenar con papel la jaula de las quimeras
y educarlas para que jamás rompan esas cadenas.

L

a dualidad, la entropía universal, eso de bien y mal,
sólo antes los ojos se han de formar, vaivén emocional,
una danza hermosa donde nadie tiene ninguna moral.

Sólo las cosas han de pasar, camufla incluso el concreto,
también las inseguridades y del rostro todos los defectos,
danzas la vida y la muerte, nada importa, todo avanza.

La belleza no me puede llevar, eso no me puede atrapar,
tampoco el placer estático, en caverna estática luciérnaga,
moverse y trasladarse, piernas en avance constante,
sin perder la luminiscencia y la elegancia del remate,
eso puede sin duda salvarme, de ser adicto a enraizarme,
no dejo en mi fluir su natural patrón, el pasar pesa,
debería apegarme siempre al dinamismo estable
de que todo cambie, darle una sonrisa al desastre.