Soneto a la costumbre

Cuando el alba es idéntica al ocaso
Y es miedo quien se esconde tras la cumbre,
Hace acto de presencia la costumbre
Que suscita al amante un fracaso,

Y es que no escapará ni a este caso
Lo falso, que a lo que es real encubre,
Aunque agria sepa y sea aún más lúgubre
Que la espera del reo al verdugo hachazo

�

�Oh, qué pena es saber lo que sucede!
Que el tiempo tentará al pecaminoso,
Que el querer desatiende a su sede

Tornando el mirar algo sospechoso,
Bien, cuando el que más ama, a amar cede
Mal, cuando uno prefiere lo escabroso.