Sol radiante
Despunta el sol
en la mañana nueva;
la ardiente bola de fuego
des pues de una larga noche fría,
va subiendo poco a poco
hasta el medio del cielo.
Y al llegar al cenit,
se desploma rápido
cual pelota a pique,
por juguetón niño.
Ya a ultimas horas
de la tarde,
va gimiendo,
doliente y ofuscado,
el gentil anciano,
a esconderse
como viejo con frío,
buscando el cobijo
de los ancestrales montes.
En su trayecto,
sus poderosos rayos
hicieron abrir la flor,
en la cual libo un insecto,
que fue devorado
por una pequeña lagartija,
con la cual juguetea un gato,
que calienta su tercio pelaje,
en sus placidos rayos.
Del astro rey
el ejemplo sigamos,
andemos nuestro trayecto
distribuyendo amor y vida,
en cuanto radiantes
por ella pasemos,
para cuando
acogernos luego
en apacible senectud,
con orgullo podamos decir:
deber cumplido!
(25/08/2018)
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