Septiembre

Trajiste sonrisas y calidez en mes de septiembre.
Tu mirada color ternura, color inocencia, venia con estrellas relucientes.
Fuiste, piel caramelo de delicias.
Tu pequeña figura, envuelta en ilusión y esperanza,
tu pelo suave teñido
de nocturnos y pajizos.
Tus rollizas manitas, se hacían de
las mías, que más de una vez quise devorar en beso tierno.
Con llanto de dulces colibríes búscaste el nectar de mis senos.
Eras tan grande como la vida misma

y tan pequeña que en un abrazo me cabía toda la vida.
Tus alas de tierna paloma han llegado al firmamento sin techo, en firmeza de águila. En mirada sabia tomas la vida.
En paso firme emprendes los caminos,
los abrojos los quitas de tus pies,
y siguen en busca de pisar arenas suaves;
tu mirada llega a nuevos horizontes.
Tu altura se mide al ras del espacio.
Niña, trajiste calor, no solo en mes de septiembre, sino, para toda mi vida...