Seis de la tarde

Es una lastima que no estés aquí,
son las seis de la tarde,
hora en que siempre iba a verte,
sale un suspiro desde muy dentro de mi,
suspiro que evidencia la falta que me haces sentir.

Son las seis de la tarde,
y recuerdo las calles por las que siempre
caminábamos para llegar a ese pequeño jardín,
a esa pequeña banca donde nos sentábamos a charlar.

S

on las seis de la tarde,
y no puedo dejar de pensar en todo lo que pasamos, lo que hicimos, lo que vivimos.

Son las seis de la tarde
y no puedo terminar de asimilar que todo lo que alguna vez hubo entre nosotros a terminado,
nos faltó tanto por vivir.

Son las seis de la tarde,
y deseo que nunca te hubieras ido,
deseo nunca haber perdido tu linda sonrisa,
deseo nunca haber perdido el sentimiento que me hacías sentir.

Son las seis de la tarde,
y no puedo dejar de extrañarte.