Respirar leve ceniza

Vuestras mejillas blandas
asintiendo ante el hálito,
en tanto, turbio muerden
los labros y se apuñala al centro.

Expulsado se escucha
un rugido feroz,
sembrado de verde jade
infinito en vuestras notas.

D

eseosa vuestra alma
inútilmente arrepentida;
ahonda los pasos
que observando interminable
respiran leve ceniza
dónde ya no sois.

Dejasteis de renacer…
y vuestra sombra derramase lágrimas
entre las paredes sordas;
allí, donde nadie más os pueda ver.

Extraviado el paraíso
bajo el borde de la rígida medida,
un estoque en la nostalgia del exilio
deja oculto un fracturado pecho.

Y fatigadas las preguntas
se cuestionan oxidadas y afligidas,
desde tan lejano y áspero cielo
do las almas nada debiesen esconder.

Quizá, tal vez, hizo falta
construir una elevada poesía,
ensoñar por debajo de la lluvia,
o ataviar a las olas del tiempo…

Rendida abandono…
e invisible se desliza una nube,
frente al testigo del índigo resplandor
que perfora el rostro de la aurora.
ϴ

Noviembre 23, 2023
© 2023 Gabriella Ponce de León- La Dama Azul
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