"Recuerdos vivos"

Se sacian los recuerdos de las batallas que ya vividas,
siguen alimentando el amor que aún reclaman.
Así se someten al encuentro de una niñez vivida en un pueblo Castellano.
El olor a tierra mojada tras una tormenta de verano,
Un arcoiris que resplandece bajo la atenta mirada de un sol que se viste de luz para salir.
En la plaza de un pueblo cualquiera, el griterío de los niños ameniza la tarde rompiendo la rutina de la tarde.
Se oyen los cantos de segadores con sus hoces al hombro; van llegando a casa para descanso de un agotador día.
Y al anochecer, son los grillos quien amenizan con su melodía inconfundible, anunciando que el calor será compañero del sueño.
Todos los sentidos degustan la caricia de un pasado que vive en un presente y que se despide bajo el auspicio de un profundo suspiro.
E. Escribano