Quiero

Estamos tan rotas, y luchamos inequivocamente en demostrar lo contrario;
que no sentimos, que no se quiebra, que no lastima.
Cuando el corazón ya se cae a pedazos y por las grietas se desborda la razón,
nos mantenemos al pie del cañón, con el pecho inflamado dispuestas a recibir otro último puñetazo.
Somos tan tontas e irracionales. No coordinamos boca con corazón y menos con manos,
tomamos decisiones basados en impulsos y no en razonamientos,
queremos salvar, pero no ser salvadas, porque eso sería inevitablemente una clara demostración de bajo poder y humillación.
Ya no queremos creer en los cuentos de hadas porque nos negamos a aceptar que un príncipe encantado vendrá en su caballo desde muy lejos solo para rescatarnos. ¿Rescatarnos de qué?
No queremos sanar. Nos gusta estar lastimadas y lamer las heridas; a ver si con saliva se cierran. Porque somos fuertes, independientes, poderosas y solitarias.
Me diría más depresiva que amante de lo oscuro. Más amante de las personas ajenas y los amores no correspondidos.
No queremos alguien más pero si lo deseamos, y por lo mismo que somos humanos muchas veces no recibimos lo que queremos.
Y se trata de intentar, y querer, superarse, afrontar.
No queremos que nos bajen la luna porque esa la bajamos nosotras solitas.
No te quiero porque te necesite, te quiero porque te quiero.

Conoce más del autor de "Quiero"