Noche.
Ya es de noche,el reloj da sus campanadas de frío
El silencio atronador taladra mis oídos aletargados
La oscuridad va penetrando cautelosa...
Los últimos restos de claridad de un día que no fue
El ocaso ya es palpable, se puede cortar con viejo cuchillo...
El mismo con el que partiste mi alma en pedazos
Mientras cabalgabas desnuda sobre las crines viciosas de un potro salvaje
Aquel potro que solitario me observa y resuella
Dioses fríos de un olimpo perdido en lo oculto de la memoria
Imágenes fosforescente de tu silueta desnuda
Como viejos fantasmas me visitan y me acosan
Pidiéndome suplicante la redención
Que libere Las cadenas azules que te apricionan
Tus labios dicen mi nombre como un murmullo
Tus delicadas manos se juntan como pidiendo
Suplicantes y en vana oración trémula
Cierro mis ojos y muero por ti y por mi.
Conoce más del autor de "Noche."