Mujer bella
En un valle lleno de rosas
vivía una doncella hermosa;
vestía de blanco, sus ojos
eran un encanto.
Aquella bella ninfa
no sabía que la observaba,
ella me encantaba,
pero era mejor que me alejara
porque sino me enamoraba.
E
¡Dulce! ¡Tierna! ¡Bella!
Tan linda como la diosa Hera.
Caminaba y caminaba;
los pájaros le cantaban
y al dormirse los ángeles la consentían.
En aquel valle lleno de rosas
el viento hablaba con ella
y siempre le decía cosas bellas:
–Mi querida princesa
la vida es una guerra;
recuerde que al salir de este valle
su objetivo es conquistar sus anhelos
el cual no son fáciles de cumplirlos.
¡Pelee! ¡Batalle! Y jamás desmaye
aunque la adversidad sea más grande.
Conquiste sus sueños,
enfrente los obstáculos
riendo al peligro demuestre
que cumple sus desafíos –.
Me daba cuenta como ella
inspiraba al viento,
lo enamoraba con sólo verla,
lo apasionaba con sólo sentirla cerca.
El viento deseaba que siempre sonriera,
el viento deseaba tenerla…
–Estoy en todas partes,
pero usted es más importante,
y prefiero aquí quedarme.
Me necesita, me anhela,
yo la llevaré a conocer
realmente como son las estrellas.
Luceros radiantes
el cual se convierten
en caballeros brillantes
preparados para cuidarle
y evitar que lágrimas
usted derrame.
Prosiga su meta, por favor,
no se deje dominar
por el gigante de la depresión,
el monstruo de la tristeza
o el fantasma del rencor.
¡Que bellas frases!
Mujer bella nunca cambie.
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