MEMORIAS DE UN VETERANO
El afán ha consumado mi vida,
Mil arrugas resplandecen en mi rostro,
Lo cotidiano apenas parece visible,
Cauteloso emerge el tiempo sin menoscabar
Su ímpetu poder de llevarse lo que se le interponga a su paso.
Vanaglorioso es mí ser,
Hundido en placeres, algunos no deseados que menoscaban
El fondo de mi alma aun joven, trato de ser optimista
Aunque un desgano obligado impida el transcender anhelado;
Para velar por mis propios huesos.
Longevidad pretendida, llegaste sin ser llamada,
Pero te espere como espera un cachorro
A su madre en tiempos de invierno,
Hermosa fue tu estancia,
Cruel es tu estadía,
Afligida será tu partida.
Libertad, has recorrido por mis venas y has llegado hasta mis corneas,
Batallas a tal punto de extinguir mi vida,
Despidos insoportables que truecan la razón,
Mis cuentos que nunca paran de contarse
Harán que mis pasos perduren hasta una eternidad.
Alegre sonrió porque he visto un día
Geminar una semilla,
Lo regué para que creciera,
Lo cubrí día tras día de los torrenciales aguaceros,
Hoy con mis brazos decrépitos logro convencerme
En un abrazo, cuán grandiosa ha sido mi impecable existencia.
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