los otros VS nosotros

el mundo es para los idiotas y los desbordados, gordos e idílicos. los soñadores, nos quedamos flojos y tristes, cuidando nuestras suculentas y escribiendo nuestras frases en notas de papel, mientras vemos la lluvia derramándose entre los pinos y las canaletas viejas.
quise (y de alguna forma lo soy) ser un idiota. sería más feliz, ¿no?
pero no pude, ni parece que vaya a poder a pesar de que lo intento día a día.
mi psicóloga dice que mi cabeza vuela como las golondrinas y que anidan en mi pecho zorzales, por el canto, y por la belleza. al menos eso creo que quiso decir.
porque si algo tenemos los que no somos aquellos, es que somos pocos, y por ser pocos, estamos medios locos para el resto. los otros tienen autos y casas, tienen redes y fotos, y nosotros aún lloramos viendo las primeras lluvias de la primavera, y nos duele el pecho de amor al ver un niño chapotear en un charco.
somos otros... somos otros y nos extinguimos, estamos casi muertos. pero como a nosotros la muerte no nos importuna, nos ofrecemos a ella. casi, alegres.
nos dejamos ir sin gritar, no como ellos. que se retuercen y chillan.
nosotros...
y ellos...
siempre fue así, ¿no?

otros que no son nosotros.
y ahora al final, mientras veo la lluvia de noviembre atizar las ventanas y las pilas de escombro en el patio de casa, entiendo al fin, que nunca ellos fueron ellos, que nosotros nunca fuimos nosotros, nunca hubo otros, nunca hubo tampoco un nosotros. siempre fuimos unos.
nunca unos contra otros.

extraño ver estas lluvias llorando por amores rotos. ahora mi piano suena técnico, y en lo que leo encuentro el "cómo" está escrito. ya no me pierdo en las artes, ya me hartan los trastes, traté yardas tardías de cartografiar en tardes partidas un corazón aparte, y no logré dibujar del todo el relieve.

algo tarde, algo de luna, algo de brocha y esfuerzo, un escocés con hielo y algo de quedarse a ver el humo de la chimenea partir...