Llueve sobre mi Alma

Llueve en esta tarde fría
Sobre la gris monotonía
En las grises veredas,
El Silencio impío
Camina triste y sombrío
Junto al viento
Enmudecidos de frío,
Navegan por el hastío
Del profundo Río
Que anida en el alma mía.

A

brazadas y sin consuelo
Por el mojado suelo
Que el otoño nos regala
Las hojas lloran su desvelo
Sobre un cobrizo cielo.

Por un deforme cordón
Sobre la inundas callejas
Desde lejos se refleja
Navegando a pura pasión
Varios barcos de papel
Sin capitán y sin timón.

Mis ojos reflejan la emoción
Por un momento
Pierdo la razón
Y vuelvo a ser el niño aquel
Que tan feliz jugaba
Mientras la lluvia inundaba
Las callejas de mi pueblo
Se me eriza mi piel
Y se agolpan los recuerdos.

Caracoles, sapos y niños a jugar
No dejo de soñar
Y cuando me pongo a pensar
Se me estruja el alma
Y me hacen llorar,
Llueve en mi alma como afuera
Charcos en las rotas veredas
Espejos del pasado
Como se fueron los años
Y al recordarlo me hace daño
Que distinto es ahora
Será por eso,
Quizás de profeso
Que al recordarlo
Mi alma llora.

Antes que mueran las horas
Me voy con los recuerdos
Bajo la lluvia a cuestas
Para perderme por las callejas
Por sus rotas veredas viejas
Soy un recuerdo perdido
Hecho de sombras
Viento y olvido
Soy la ilusión abandonada
Una sombra de otro tiempo
Que vaga con el viento
En medio de la nada.

Mario Aónimo