La paradoja del vivit

Oh madre mía...
Que con tanta agonía...
Sacas de tus entrañas esa cría.
Le das tu pecho, le das tu vida.
Y es la dicha de tu alegría
Ver como la fuerza gastada de tus días crece, crece
Que los pequeños pasos de antaño ahora son más largos
Aquellas largas horas de desvelos
Están finalmente fructificando
De pronto un sonido estrepitoso
Anuncia el fin de tu abundante gozo
Es sin duda augurio desventurado
Motivo de quebranto e interminable llanto
Tus ojos nunca sabrán porque tuvieron que contemplar
Lo que nunca más podrán olvidar
Tirado por ahí el zapato
Que con tanto esfuerzo había comprado
Y más allá el casquillos del triunfante tiro
Que le arrebató de un sólo giro
El suspiro a tu hijo
Sale de tu pecho un charco coloidal carmesí
Qué es este frenesí?
Madre mía que le has hecho al mundo
Cuando tus cándidas piernas dejaste abrir
Para dejar entrar en tú interior el líquido vitalmente germinal
Y dejar surgir así
El motivo de tu existir.
Hoy los días son negros cual carbón
Lo que una vez perdiste no lo volverás a conseguir
El vacío se siente pues
Es el precio a pagar
Por nacer pobre y honrado ser
El final de una juventud se esfuma hoy por querer también disfrutar del mismo rocío que los perros y leones quieren beber.
Este pedazo de tierra
Es motivo de riñas y contiendas
Territorio de fieras y leones que cada día se hartan a sus presas
La vida ya no es fructífera más
Los desiertos y pantanos
Es preferible habitar
Donde el silencio y el meditar
Elevan el alma a pensar en el más allá
Ven Dios!!! No queda más que clamar en tu venida yà
Para que pongas final a esta pesadilla fatal
Y terminar de una vez esta admirable crueldad.
Estamos hartos de la carroña de la humanidad
Cuando se acabará
Este pozo de promesas sin terminar
Insensibles personajes vienen y van a dirigir
No tiene fuerza ni valor
Porque no tienen al Dios de amor en su corazón
Van a la iglesia a buscar
Excusas para no actuar
Se cubren bajo la sombra de un ser humano incapaz de interceder por la paz de un país sin gobernar
Mujeres escuchar bien hoy
No entreguéis más la razón al corazón
Pues si quieren ser fructíferas
En este mundo actual
Un duro precio tendrán que pagar
Por parir en un lugar así
Donde la vida es imposible de vivir.
Conoce más del autor de "La paradoja del vivit"