La guerra del pueblo


Los pájaros danzan al son del viento, entre los árboles se columpian de rama en rama, entre cantos y quejidos toda la mañana, la guerra os aguarda el padre reglama.
Los cañones en el bosque las armas del mal, la muerte atraen con esa maldad, nuestra función en la tierra es servir y cuidar no destruir con cada batalla que se nos da.
Vivir con esperanza es lo qué hay, y con eso es todo lo que tenemos que esperar, no un premio, no un trofeo, por destruir lo que aclamamos nuestro
Peleamos por un trozo de tierra el cual queremos mantener, pero no tenemos ni la mínimo intención de cuidar, esperar algo a cambio por lo que no te has ganado, es pedir el mundo sin haberte arrodillado.
Al rugir de los cañones la guerra comienza, la sangre se derrama, pero no hay llanto ni triste porque que importa uno más del pelotón y para eso están para servir a la nación
E
No teman a indiferencia pues al final todos estamos pintados con la misma bandera, con ansias de libertad y deseos de justicias buscan lo mejor para cada una de sus familias.
Por un sueño de libertadas;de esperanza y de paz ante todos los problemas, por la revolución es ley que se acata a la hora del desorden

Conoce más del autor de "La guerra del pueblo "