HUELLA DE UN ADIÓS

HUELLA DE UN ADIÓS.

Palabras flojas, que cuelgan del viento,
tomando fuerza voraz, tras kilómetros de viaje,
Cruel pasajero, que choca siguiendo la horma del rostro
de aquellas personas distraídas sin andar.

Esa fue la última vez que escuche su voz…
Todavía recuerdo ese día, día a día,
en el que sus palabras me abofetean el rostro.

H

oy enfermo, un poco más cada calendario,
cada fecha que pasa, el enigma tararea mi mente
¿Es más letal la enfermedad que se aloja cual visitante extraño,
o aquella corta, sutil y seca palabra que salió de sus dulces labios?

Ahora la respuesta no importa,
solo mi alma en pena vagará deambulante,
por la infinidad del panorama del olvido,
y le recordara noche a noche que aun…
no descanso en paz.