Tempestad en el bosque (microrrelato)

El tiempo comenzó a cambiar cuando descendia del cerro,
apure el paso, para llegar hasta el campamento, comenzaba a soplar un viento más fresco, y nubes oscuras de acercaban en el horizonte.

Al llegar en donde estaba acampado, un claro en el bosque, junté leña y reavivé la hoguera, arme una cobertura, con una lona, por encima del fuego, a cierta altura y junte mis pertenencias,sobre un trípode improvisado con unos palos colocado bajo el refugio hecho con otra lona, en donde estaba la hamaca paraguaya; en eso ya caían las primeras gotas.
El feroz rugido de un viento impetuoso se acercaba. Me entro un gran temor; y oscurecía; la copa de los árboles se abalanzaba con frenesí, potentes truenos sonaban en el cielo, y gruesas gotas comenzaban a caer. Me agazape como pude a dentro de la hamaca paraguaya, entonces oré en pensamiento; no podía hacer nada, a no ser esperar que pasara.

El viento era fuertisimo, parecía que iba arrancar los árboles de raíz, mi mayor miedo era que cállese alguno arriba mio, incluso aquellos en que estaba amarrada la red o hamaca se abalanzaban y de cuando en cuando crujían; tan bien temía los rayos, esos que suelen caer en los árboles más frondosos y solitarios que están en el campo, más cuyas ondas eléctricas se expanden a la redondea en varios metros.
El agua comenzó a caer a raudales, la humedad se extendía por las cuerdas de la hamaca y algunas cosas mias se mojaron, el fuego aún subsistía bajo la otra lona; ya era noche, y a pesar del miedo, el sueño me fue venciendo, y me dormí, salvado de mojarme y del frío por la colchoneta de goma E.V.A que había puesto sobre la hamaca, dormí un poco cálido, y cuando desperté, ya cerca de la medianoche, la tormenta había cesado, estaba todo inundado, el fuego apagado y algunas cosas caídas, más gracias a Dios no fue mas que eso, y al amanecer junte todas mis cosas y me fui a casa; por el camino reflexioné: cuantas veces en la vida arrecia una tormenta, entonces pensando en lo que me había ocurrido, rrecorde aquellos versiculo del los Salmos "Aunque ande por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo"; 23,4. y "con sus plumas me cubrirá , debajo de sus alas estaré seguro", " caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra más a mi no llegaran" 91;4,7.
Gloria Dios el Señor tiene cuidado de mí!

(narración de un hecho real, vivido por este poeta
este fin de semana en un campamento)

(foto del autor,del refugio con lona y hamaca
paraguaya)
(efecto de sonido fuerte tempestad)

12/12/2017