Horas tiranas
La vieja alabanza,
vuelve su rostro
dentro del valle de los pastores.
En el asedio; la deuda
vaga cual la noche
cubierta de un velo.
Horas tiranas
penden de cuerdas;
Envueltos en la constante
privada libertad.
-Nadie conoce tu nombre…
Tomado el camino de la huida,
entre ladridos y dientes
clavados en sus pies.
Por ello, el más joven de todos
atase un lazo al cuello,
ante la idea del retorno al mundo original.
Anudado al árbol; constituido esclavo
… habrá de descender como hombre libre.
-Queridos todos:
Canto para mí, mirando vuestros rostros.
*
Inspirado en las crónicas escritas entre los siglos XVII y XVIII; sobre la esclavitud en las Antillas francesas.
Agosto 9, 2018
© 2018 Gabriella, La Dama Azul. Todos los derechos reservados.
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