El tejedor nocturno.

Existen experiencias en este espacio nocturno,
recuerdos que suscitan destellos de un sueño repetido,
situaciones que se mueven como un eco en la mente,
todo me parece como un vaivén etéreo,
como un rastro de memorias confusas
como un teatro del pasado.
Pues otrora fui el actor de los escenarios de las sombras,
un cándido monigote que trasluce su forma.
Pero ahora soy un viajero de la noche,
un arácnido noctámbulo que teje historias en un rincón del cielo,

un pájaro místico de la penumbra.
Las experiencias de este sitio
me susurran la nostalgia y los suspiros del viento.
Aquí, mi esencia se revela en sentido de la oscuridad azulada,
y voy conversando con las estrellas,
con cada elemento misceláneo de la noche,
con cada flotación minúscula que sostiene mi piel.
Soy una sustancia tintórea que dibuja sensaciones febriles,
soy un buscador constante del espacio,
una huella difusa en la inmensidad...
Existen experiencias en este lugar,
experiencias como las que escribo,
y experiencias que las letras no sostienen,
experiencias, que solo el alma contiene.